El nuevo protagonista de las terrazas es el vermú, vermut o vermouth, una bebida macerada en hierbas que forma un tándem perfecto con el aperitivo. 

Aunque muchos crean que es un licor, en realidad se trata de un vino típicamente europeo cuyas primeras versiones en el siglo XV se utilizaban como remedio natural a la hora de mitigar dolores y enfermedades leves. Pero no fue hasta finales del siglo XVIII cuando la ciudad italiana de Turín empezó a comercializar su versión moderna poniéndola de moda en cafés y locales para tomar el aperitivo. A partir de ese momento su fama creció y se comenzaron a producir diferentes variedades en países como Francia, Alemania, España. No obstante, las especias más usadas a la hora de tomarlo son el cardamomo, el clavo, la canela, cáscara de cítricos como el limón o la naranja, diferentes hierbas aromáticas o el jengibre.

En su origen existían dos variedades: el vermú seco o blanco y el vermú dulce o rojo. Ante la creciente popularidad de la bebida, actualmente podemos encontrar variedades rosadas, secas e incluso sin alcohol. 

Ante su versatilidad no nos extraña que sea uno de los compañeros inseparables de los baristas a la hora de hacer cócteles como el Martini o el Manhattan.