Tomar vitamina D, sinónimo de salud
Como dijimos en uno de nuestros anteriores post: «año nuevo, dieta nueva». Una frase que no solo implica el hecho de perder peso y volvernos a sentirnos cómodos en nuestra piel, sino de conseguir una buena alimentación. Es decir, ingerir la cantidad idónea de alimentos en la proporción correcta y de una manera rutinaria. Todo esto con la finalidad de empezar a cuidar nuestro cuerpo. Por eso, ¡hay que empezar a tomar vitamina D!
Aunque exponernos a los efectos de la luz ultravioleta durante 8-15 minutos puede resultar de gran ayuda para la obtención de esta vitamina, no es suficiente para mantenernos sanos. ¡También debemos ingerirlo en forma de alimento! La vitamina D, más que necesaria para la salud, tiene como misión ayudar al organismo a la absorción del calcio. Pero, ¿qué conseguimos así? ¡Mantener los huesos fuertes! Esto no significa que debas abandonar una actividad por la otra, pero sí unificarlas.
Si algo tenemos claro, es que la vitamina D es favorable para evitar que nuestros huesos se fracturen con mayor facilidad, pero también es un gran aliado de los músculos que la necesitan para el movimiento y, por supuesto, para el sistema nervioso. Es decir, para transmitir el mensaje desde el cerebro al resto del cuerpo. A priori, puede sonar como una excusa tonta para tomar alimentos sanos. Pero, en efecto, no se puede estar más lejos de la realidad.
Alimentos con altos niveles de vitamina D
Tomar una buena sopa en casa durante estas fechas en las que frío nos tiene tiritando siempre es una buena opción. Pero, eso no implica que no puedas salir de casa a recibir esa dosis solar que tu cuerpo necesita o, mejor aún, ir a tu restaurante favorito a poner en marcha tus papilas gustativas y optar por otros alimentos con vitamina D que quizás no están dentro de tu clásico y arquetípico menú.
LA ANGULA
Si quieres cautivar a tu paladar, te aconsejamos que apuestes por el pescado. De hecho, la angula es un manjar del mar que puedes disfrutar desde ahora hasta marzo y que nos otorga numerosas vitaminas para mantener nuestro cuerpo sano. Entre ellas, se encuentra una elevada cantidad de vitamina D, lo que significa que vas a poder reforzar fácilmente tu sistema inmunitario, ¡y tendrás menos resfriados!
EL ATÚN
Apúntate esto: el atún. Espérate al mes de marzo para saborear este pescado azul en todo su esplendor. Si es cierto que depende de la edad para saber la cantidad exacta que necesitamos vitamina D, el mar es una despensa de pescados magníficos en el aporte de este nutriente. Puede ser que no te guste el atún, pero siempre puedes seleccionar otros alimentos como las sardinas, la trucha o el salmón. ¡Cualquiera nos vale!
LOS HUEVOS
Si esta idea no te convence porque, en términos generales, el pescado no va contigo, ¿qué tal aprovechar un plato de comida que contenga huevos? No solo tiene un valor proteico muy alto, sino que también concentra muchos otros nutrientes. Entre ellos, la vitamina D, por supuesto. Así que, si más tarde tienes como plan ir al gimnasio, no olvides incluir en tu cena este ingrediente tan esencial.
EL QUESO
A los amantes del queso, ¡les traigo buenas noticias! En situaciones donde no puedas salir a la calle o recibir la luz directa del sol, es necesario suplirlo con alimentos. Efectivamente, el queso es una de las mejores alternativas. A mayor grado de curación del queso, mayor concentración de proteínas. Y… si tienes pensado salir de casa este fin de semana, ¡tabla de quesos para compartir! O, ¿por qué no para ti solo? Si algo tenemos claro en Herci, es que nunca hay suficiente queso.
LAS SETAS
Para finalizar, redoble de tambores… ¡las setas! Los alimentos como el pescado o la carne contienen vitamina D porque los humanos la sintetizan del sol. ¡Ocurre lo mismo en el reino vegetal! Los hongos que se consumen generalmente se exponen a una fuente de radiación ultravioleta, generando cantidades nutricionalmente relevantes de vitamina D. Así que, no te lo pienses más, esta es la señal que necesitabas para tomar por costumbre comer champiñones.
En nuestro país el sol brilla con asiduidad, no obstante estudios demuestran un déficit generalizado de vitamina D en los adultos europeos, incluyendo España. Si crees que puedes estar entre ese grupo de personas, solo tienes una misión: ¡tomar más vitamina D y exponerte un poquito más al sol!