La mantequilla y la margarina son dos alimentos que protagonizan los desayunos de muchos de nosotros. Hay personas que no se imaginan empezar el día sin una tostada untada con estos alimentos, acompañada de mermeladas u otras salsas. También, es un componente delicioso para preparar muchas salsas que acompañan a carnes o pescados, dando lugar a platos inmejorables y buenísimos.

Pero, del mismo modo que existe mucha gente que incorpora la mantequilla y la margarina en su día a día, también existe otro porcentaje de personas que no conoce sus componentes y que no diferencia sus características.

La principal diferencia entre la mantequilla y la margarina es su origen. La margarina es un alimento graso creado industrialmente a base de aceites vegetales, mientras que la mantequilla es un componente graso de origen animal. La mantequilla está formada por un porcentaje mayor de grasas, en su mayoría saturadas y, sin embargo, la margarina posee un 80% de grasas, originadas en el proceso industrial a partir del cuál se crea. La grasa que contiene la margarina se origina a base de querer transformar los aceites vegetales que la conforman en sólidos.

Ambas son fuentes de sodio, la mantequilla es una fuente de vitaminas D, A y E, y de minerales como el potasio, magnesio y calcio. Estas vitaminas también se encuentran, aunque en menor medida, en la margarina.

Existen muchas dudas acerca de los beneficios y problemas que generan estos alimentos en la salud. También, hay muchos bulos sobre la relación de estos alimentos con problemas cardiovasculares. Pero, la verdad es que, según profesionales de la nutrición, cualquier alimento es bueno dentro de una alimentación variada y equilibrada. Es importante no abusar de ciertos alimentos y comerlos siempre de manera moderada, y ocurre lo mismo con la mantequilla y la margarina.